El pasado 23 de marzo me iba a
enfrentar a algo inusual para cualquier estudiante, una “Olimpiada d’Econmia”
organizada por la facultad de Economía y ADE de la Universitat de València.
Nunca había escuchado que se organizaban unas olimpiadas de economía. La base
del concurso es la realización de un examen de economía, con todo lo estudiado
hasta el momento sobre dicha asignatura. A los diez primeros puestos se les
concedería una beca que consistía en el pago de la matrícula del primer año de
estudio en cualquiera de estas dos facultades, en cambio, los seis primero
representarían a la Comunidad Valenciana en las Olimpiadas de Economía de
ámbito nacional. Bajo mi punto de vista, en ningún momento me había planteado
la opción de estudiar economía o cualquiera de sus variantes, no obstante, el
objetivo fundamental de las olimpiadas es el fomento del estudio de cualquier
carrera que esté vinculada con la economía o empresas (ADE, FIC…), y he de
reconocer que gracias a ello me “picó el gusanillo”.
Era una sensación extraña, éramos
siete alumnos los que se presentaban al examen, seis del 2º Bachiller Diurno y
yo (2º Bachiller Nocturno). Por tanto, yo no conocía a ninguno de ellos.
Durante el trayecto hacia Valencia, algunos se dedicaron a repasar algunos
conceptos y ejercicios, otros en cambio, hablaban de su futuro y qué querían
estudiar. Hablaban de sus futuros, que no eran tan lejanos, incluso escuché
bromear que uno de ellos quería ser médico de plantas… Lo que estaba claro era
que debíamos ir pensando en elaborarnos un futuro.
Al llegar a la facultad de
economía de la Universitat de València, entramos en una de las clases que se
habilitaron para las olimpiadas. Cuando ya estábamos todos sentados, una serie
de personas nos recibieron y nos dieron la bienvenida. Entre ellos estaban
varios profesores y el decano de la Facultad de Economía Vicent Soler. Nos
explicaron el propósito de las olimpiadas y las carreras que se pueden realizar
en dicha facultad.
Era todo un tanto extraño, estaba
a escasos minutos de realizar un examen en la facultad de economía que, hasta
ahora, era completamente desconocida para mí. No obstante, el gusanillo del
cual os he hablado antes empezaba a rondarme por la nuca.
Al acabar el examen, un cátering
nos esperaba en el Hall de la facultad. Alumnos y profesores se reunían y
hablaban sobre el examen. Pero yo tenía una doble sensación, estaba contento
por cómo había hecho el examen, pero al mismo tiempo mi profesor de economía,
el cual me había dado la oportunidad de participar en las olimpiadas, no
volvería a darme clases. Sería extraño empezar el tercer trimestre sin sus “
don’t fuck me”…
Al acabar las olimpiadas,
regalaron camisetas, bolígrafos, llaveros (todos personalizados con las
olimpiadas o las facultades de economía o de ADE). Como he dicho en un principio, nunca me había
planteado estudiar economía, o ADE, o FIC… pero después de esto, leí las
carreras y las opciones que dan cada facultad. Me pareció interesante algunas,
otras las descartaba, pero lo que sí tengo claro es que cada vez que se acerca
la hora de hacer la selectividad, mis ganas de estudiar economía van
aumentando.
Y desde aquí, ahora y en este
momento, me despido de un gran profesor, que me ha ayudado y me ha dado
opciones para observar el mundo de la economía. Se va un profesor de economía
pero tanto yo, como todas las clases que le hemos tenido como profesor,
conseguimos un amigo.
Carlos Sanmartin
2º Noc